viernes, 19 de abril de 2013

Cabreando


Corre el primer mes del año, de este mismo año, 2013.
Mes generoso donde los haya, enero presta sus mejores galas a las montañas de la península que las necesitan.
Un bello y profundo manto níveo para protegerse del duro invierno, es donado por el mes de la blanca estación y a modo de préstamo a corto plazo les será retirado paulatinamente, lentamente, con mimo, para evitar ser despertadas bruscamente de ese aletargado sueño de la vida bajo ellas. La Sierra de Gredos viste hermosa. Nos da la bienvenida al bajarnos del auto con un frío helador que nos acompañará el resto de la jornada. Somos dos. Mi hijo y yo. 

Hemos venido al Sistema Central en busca de un animal que se encuentra aquí con una población estimada  de 10.000 ejemplares en total y absoluta libertad. La cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), subespecie de Gredos, reina como ninguna otra en estas montañas, sin depredadores naturales.

De porte y belleza arrogante, repartidas por la ladera de la montaña como si se tratasen de los personajes de un belén viviente, nos esperan para ser inmortalizadas. Se dejan hacer. Se dejan querer. Como si se tratara de un papel previamente pactado, ellas a los suyo, nosotros a lo nuestro. Los animales pacen tranquilos en los trozos de hierba que la nieve no consiguió cubrir.

Empiezo a huir poco a poco de mi cuerpo. La concentración me cautiva y me dejo llevar. Comienza la levitación. No siento frío. En perfecta comunión con el entorno, que nos invita a perderse por sus rincones rebosantes de belleza, la mente ahora es una cámara, una lente, un click. Se desvanece la presencia de mi hijo. En estos momentos tal sólo somos seres conectados por un fino pero fuerte hilo de emociones. 
Estoy cabreando.

De repente, un ruido artificial, motorizado, me va despertando de este delicioso sueño. Tomo conciencia de mi hijo a mi espalda, de la pendiente de la ladera, de lo complicado del terreno, del frío…Ese hilo de emociones se va desvaneciendo. 

Nos obligan a dejar lo que estamos haciendo. Fotos. Es una pareja de la Guardia Civil, creedora de la propiedad del monte, la que nos piden un permiso en forma de un papel redactado lejos de aquí, muy probablemente por personas que no conocen de esta maravillosa actividad. Hacer fotos.

No tengo, no lo he pedido, no quiero, el monte es de todos.
No hago ningún daño a los animales que vengo a llevarme guardados en una serie de archivos Raw. Prueba de ello son las imágenes que os muestro, donde los animales no pueden estar más relajados dedicados por completo a sus quehaceres diarios sin ningún tipo de estrés. No los he perseguido. No los he molestado. El rececho ha sido el único método de acercamiento a esto animales. 

No tenemos más remedio que abandonar.

Después de este desagradable incidente. Nos adentramos más aún en la Sierra y nos dirigimos hacia el Puerto de Candeleda. Una larga caminata. Un buen almuerzo. Volvemos, ya de tarde, hacia la Plataforma donde hemos dejado aparcado el coche. Hordas de domingueros desparramados por el monte, chillan, vocean, destrozan todo a su paso, e inundan todo de basura, con su diversión, a cada paso. Más abajo se encuentran las cabras, donde ya la nieve poco cubre, y las persiguen sin ningún cuidado. Les chillan para que miren a las cámaras que han traído consigo. Incluso alguna piedra es lanzada para llamar su atención. Ahora sin que están siendo molestadas sin ningún respeto.

¿Dónde está ahora la Guardia Civil, los Guardas? 

Soy yo esta vez el que tiene que llamar la atención a más de uno…y dos…


Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Monopié

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso


Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Monopié


Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Monopié

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Monopié

Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso



Las imágenes y los textos que aparecen en este blog son propiedad de Diego Ramos Lobato, quedando prohibida la reproducción total y parcial sin consentimiento expreso del autor del mismo




lunes, 8 de abril de 2013

Dragonfly


Calor
Humedad
Sudor
Verano

Corre el mes de agosto de 2011 en dirección a un septiembre venidero de manera inexorable.

Disfruto de una mañana cálida, potencialmente muy calurosa, en compañía de incansables depredadores alados. En las dunas de una playa del sur de la península ibérica intento captar a unos pequeños helicópteros vivos.

Habilidades de vuelos imposibles caracterizan a estas formidables criaturas que me tienen embelesado con sus idas y venidas. 
No es fácil captarlos con cierta calidad. Muchas fotos. Muchos intentos. Clavado en la arena, tirado en ella, a pulso, sin trípode. Espero. Me acerco.

Aún siendo bien temprano están ya muy activas. Poco a poco, con el transcurso de la mañana, la luz va siendo más intensa y pone en riesgo las imágenes con problemas lumínicos difíciles de tratar. Algún intento más antes de subir al vehículo que me ha traído hasta aquí. Doy por terminada la sesión, de momento... desisto. 

Llego a casa. Un beso de mi mujer. Una sonrisa de mi hija. Mi hijo duerme. Me desayuno con mi familia.

Empieza un nuevo día de verano. 


Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso
Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso
                                                                             
Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso
                                                                           
Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso
Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso
                                                                    

Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso


Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso

                                                                    
Canon 400D. Canon 100 mm macro 2.8 L IS USM. A pulso


Las imágenes y los textos que aparecen en este blog son propiedad de Diego Ramos Lobato, quedando prohibida la reproducción total y parcial sin consentimiento expreso del autor del mismo



                                   

viernes, 5 de abril de 2013

Berrea norteña

Es septiembre. 
Comienzan las lluvias y el monte empieza a deshacerse paulatinamente de los calores veraniegos. 
En casa, en la cama, las suaves brisas matutinas agradecen de sábanas cálidas encima de nuestros templados cuerpos.
En el campo, se respira frescor y los días, consecuentemente al tiempo que les toca vivir, van acortándose como si alguien estuviera dispuesto a acabar con la luz que atesoran.
Pronto los bosques vestirán sus mejores galas de colores ocres, dorados, rojos, amarillos, queridos suavemente por ese aún tibio y cálido aliento que acabará por extinguirse dando paso al frío otoño y al más crudo invierno.
Llueve.

Me encuentro en Dinamarca dispuesto a captar con mi cámara la berrea del Ciervo rojo (Cervus elaphus). Para aquel que no esté familiarizado con el término, la berrea es el celo del ciervo. Los machos emiten sonidos guturales que se pueden oír a muchos metros de distancia con el fin de marcar su territorio y hacerse notar ante otros posibles oponentes. Las peleas son frecuentes entre ellos. Luchan encarnizadamente para poder hacerse con un harén de hembras y de este modo poder montar a alguna con el firme propósito de perpetuarse en el tiempo y ayudar, de este modo, a eternizar la especie.

Junto con un grupo de amigos nos dirigimos al norte de Copenhague donde nos imbuiremos de tan abrumador espectáculo, además de aprovechar para captar Gamos (Dama dama) y el Ciervo Sika (Cervus nippon). 

Es 16 de septiembre de 2012.
Me encuentro con ellos frente a las taquillas expendedoras de tickets del aeropuerto de la capital danesa.
Nos movemos un poco más al norte.
En tren.



Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Trípode

Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Trípode
                                                                               
Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso
                                              


Corneja cenicienta. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso
                                               

Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. Trípode


                                                       
Gamo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso


Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100 mm. macro 2.8 L IS USM. A pulso


                                             
Cierva Sika. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso



Ciervo rojo. Canon 7D. Canon 100-400 mm. 4.5-5.6 L IS USM. A pulso



Las imágenes y los textos que aparecen en este blog son propiedad de Diego Ramos Lobato, quedando prohibida la reproducción total y parcial sin consentimiento expreso del autor del mismo




jueves, 4 de abril de 2013

Avutardeando

Antes de salir de casa ceno con mi familia. Cojo mi California y conduzco hacia Calera y Chozas, un pueblo de la provincia de Toledo.
Una vez allí me dirijo al "punto de encuentro" donde he quedado con mi amigo Jose David Gómez. Jose David tiene instalados unos hides para realizar fotos de avutardas (Otis tarda) el ave voladora más pesada del planeta. Ese es mi objetivo. 

Paso la noche en la furgoneta justo en una calle de Calera, al lado del Bar donde hemos quedado dentro de unas horas. Noche tranquila. Nadie por la calle. De vez en cuando, algún coche pasa con su sonido arrastrado por el pavimento mojado.
A las 6:15 nos encontramos, Jose David y dos compañeros más que vienen con la misma intención que yo. Nos dirigimos a los hides donde permaneceremos alrededor de 15 horas… Entrando antes de amanecer y saliendo de noche para no ahuyentar y molestar a estas esquivas aves. 

Durante el día puedo captar imágenes de esta maravillosa especie así como de otras, como la urraca ( Pica pica) y el sisón (Tetrax tetrax) otra ave característica de las estepas cerealístas ibéricas, que merodean por los alrededores del escondite. Un día completo desde el punto de vista fotográfico. También tenemos de todo, meteorológicamente hablando, frío, lluvia, sol…



Inicio la vuelta a casa con el alma repleta de sensaciones fotográficas plasmadas artificialmente en una tarjeta CF de 16 GB. Me acurruco ante el volante. Escucho la música de Marin Marais que emana como una fuente por las ondas radiofónicas. Llego a Madrid y mi mujer me espera despierta, en recompensa por adelantar mi vuelta. Charlamos



Canon 7D. Canon 300 mm 2.8 IS USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo
Avutarda. Canon 7D. CAnon 300 mm 2.8 S USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo

Avutarda. Canon 7D. CAnon 300 mm 2.8 IS USM +1.4XII. Trípode. Hide fijo 

                                                                  
Avutarda. Canon 7D. CAnon 300 mm 2.8 IS USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo
                                                                      
Avutarda. Canon 7D. Canon 300 mm 2.8 IS USM +1.4X II. Trípode. Hide fijo
                                                                       
Avutarda. Canon 7D. Canon 300mm 2.8 IS USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo
                                                                  

Sisón macho. Canon 7D. Canon 300mm 2.8 IS USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo
                                                      
Urraca. Canon 7D. Canon 300mm 2.8 IS USM + 1.4X II. Trípode. Hide fijo
                                                                           

   

Las imágenes y los textos que aparecen en este blog son propiedad de Diego Ramos Lobato, quedando prohibida la reproducción total y parcial sin consentimiento expreso del autor del mismo




Antes de "LUCES DEL PASADO"

Llamado de algún modo a dejar constancia de mis experiencias en el campo y mostrar mi trabajo fotográfico, comienzo mi andadura en este blog que hoy ve la luz.

La idea, que al fin se materializa, me rondaba en la cabeza desde hacía tiempo y es ahora cuando he decidido dejar de cavilar y dar paso a la acción.

La pregunta que siempre me venía a la mente era ¿porqué crear un blog dedicado a la fotografía de naturaleza, que este será su objetivo, habiendo tal cantidad de ellos y de gran calidad en la web?
La respuesta, aunque tardó en aparecer es, porque las experiencias vividas por mí son las "mías", siendo en este sentido únicas, y compartirlas con aquel que esté mínimamente interesado en ellas es motivo suficiente para crearlo. La respuesta no es, en modo alguno, justificativa sino que hoy apareció dando sentido, si es que tiene alguno, a la acción antes mencionada.

Será, por tanto, un blog donde el subjetivismo más absoluto campe a sus anchas entre textos e imágenes y donde la narración de las experiencias sentidas tendrán tanto peso como las fotografías.

Estos son mis objetivos pero sabiéndome maestro de "perderme en el camino" puede que los objetivos aquí fijados me lleven por otro derrotero bien diferente.

Se verá...